La pastora luterana Nadia Bolz-Weber es toda una dicotomía envuelta en tatuajes. La creación, la navidad, el viernes santo, la pascua y pentecostés -prácticamente todo el año litúrgico- se despliega en tinta policromada desde su hombro a la muñeca de la mano izquierda. Mientras que María Magdalena y Lázaro resucitando los tiene tatuados en su brazo derecho.
Realiza su labor pastoral en una iglesia del estado de Colorado (EEUU), lugar donde Enfoque a la Familia y otras ramas más bien conservadoras del cristianismo evangélico suelen ser las que ocupan las noticias en los medios de comunicación, pero donde ahora ella poco a poco va siendo de forma cada vez más habitual también noticia.
Por ejemplo fue la encargada de predicar el pasado domingo de pascua ante más de 10.000 personas en el Red Rocks Amphitheatre, lo que tuvo una amplia repercusión social.
UNA VIDA INTENSA
Nadia tiene 42 años, y se convirtió a Jesús de forma tardía, para luego seguir una intensa vocación en Cristo y de una manera acelerada.
Fue ordenada pastora a finales de 2008, pero en pocos años ha logrado ser conocida dentro y fuera de su denominación, la Iglesia Evangélica Luterana Americana (ELCA por sus siglas en inglés). Y está siendo bien aceptada en otras denominaciones y a nivel internacional, por su mensaje actual en las formas y tradicional en el fondo. Como sus tatuajes.
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