Tomasi, dijo a la agencia Fides que el caso de Farah “es uno de los muchos casos denunciados (…) de chicas cristianas secuestradas, obligadas a casarse, a renunciar a su fe e islamizadas por la fuerza”.
Cuando se dan estas “situaciones de persecución religiosa contra las minorías religiosas (…), es importante que se ponga a disposición del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos una documentación detallada, para que de acuerdo con el mandato que cubre inicie una investigación formal”.
Indicó que algunas ONGs católicas acreditadas ante la ONU ya están preparando un informe sobre el caso de Farah Hatim. “Es un deber de solidaridad con los cristianos que sufren por su fe”, afirmó.
La ley de blasfemia “es un punto delicado en el tema de la libertad religiosa en Pakistán”, indicó, incluso los musulmanes la consideran injusta, por eso asesinaron al Ministro Federal de las minorías religiosas, Shabhaz Bhatti, por querer cambiarla. “Tratar de cambiar esta ley es una prioridad para las comunidades cristianas”, añadió Tomasi.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión sobre esta entrada para nosotros es sumamente importante.