Johan Knelsen, fue el joven que se robó las gallinas y como castigo su padre lo obligó a que pasara unas ocho semanas antes que llegara la policía.
La familia es parte de la denominación de los Menonitas, que interpretan estrictamente la Biblia y evitan el uso de la tecnología. Cuando Johan fue liberado de la caja, la policía la encontró la caja repleta de almohadas y botellas llenas de orina.
El fiscal encargado del caso dijo que encerrar de esa forma a alguien, estaba en contra de la ley. No está permitido que nadie sea torturado física y psicológicamente dentro de una celda. Bajo las órdenes de la policía, el padre de Johan, abrió la caja, según informa thesun.
Foto: Al fondo se ve la caja donde Johan fue encerrado, David el que ve de gorra tranquilo en sala mientras su hijo lo observa.
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